Tan cerca
Más de una vez hemos creído/sentido que fuimos heridos por otro, pero, ¿Por qué pasa esto?... quizás por estar tan cerca. Explorando la montaña con un grupo de personas me di cuenta de esta situación. Estuve caminando detrás de una de ellos y paso. Yo caminaba cerca, pero distraída, mirando la tierra y las plantas mientras la otra persona, que iba delante de mí, se sostuvo de la rama de un árbol y al soltarla se fue con mucha fuerza hasta mi nariz; quede inmóvil y aunque ahora me parece gracioso imaginarlo, en ese momento fue realmente doloroso. Creo que eso es lo que suele pasar, en muchos casos, en las relaciones interpersonales. Estamos tan cerca del otro que nos hacemos totalmente vulnerables a sus actos. Dejamos de poner atención al camino, nos distraemos y en un segundo estamos adoloridos. Lo importante al andar tan cerca de otros es saber cuándo el dolor que sentimos fue generado de forma involuntaria o fue con toda la intención de dañar, porque si el caso es ...